DORMIDO EN LA TORRE DE CONTROL.
Uno tras otro, los grandes aviones fueron aterrizando en el aeropuerto. Hacía buen tiempo, y las señales de radio y las luces de aterrizaje funcionaban como debían. Las instrucciones emitidas desde la torre de control del aeropuerto de Ankara, Turquía, eran claras. Fue así como aterrizaron dieciséis aviones esa noche entre las 0 horas y las 6 de la mañana.
Sin embargo, el controlador aéreo Guclu Cevik, que sufría de narcolepsia, había estado dormido la mayor parte del tiempo. Semidormido, había dado, mecánicamente, las instrucciones. Por suerte y de milagro, no ocurrió ningún accidente.
Es terrible cuando, por obligación del cargo o del oficio, el que tiene que estar bien despierto y alerta se duerme en su trabajo.
¿Qué le puede pasar a un autobús repleto de pasajeros, que anda por un camino montañoso, si el chofer se duerme? ¿Qué le puede pasar a un barco ballenero que se arriesga en un mar turbulento, plagado de témpanos de hielo, si el timonel se duerme?
Los centinelas que vigilan el cuartel no deben dormirse. Los agentes de policía que cuidan el vecindario no deben dormirse. Las enfermeras que, en la unidad de cuidados intensivos, controlan los aparatos que regulan los signos vitales no deben dormirse.
Por lo mismo, un padre que tiene hijos pequeños y adolescentes tampoco debe dormirse. Los traficantes de drogas saben cómo iniciar a un joven en la nefanda adicción de marihuana y cocaína. Los programas de televisión saben cómo incitar al incauto en la pornografía y el crimen. Detrás de cada amigo ocasional puede esconderse un secuestrador de mentes, de corazones y de vidas.
Descuidarse en la educación moral, especialmente de los hijos pequeños, es dormirse cuando más necesitan ellos un padre alerta. Permitir que los hijos se críen por su cuenta, sin dirección, sin escuela, sin iglesia y sin Dios, es entregarlos en manos de ladrones del alma, que listos están para chuparse la última gota de sangre moral y espiritual.
Si los que somos padres o madres queremos hijos inteligentes, sanos, limpios y con valores morales, debemos vigilar con celo constante sus actividades. Por todos lados hay peligrosas tentaciones que llaman a los jóvenes con una atracción casi irresistible, y únicamente con un fuerte respaldo hogareño podrán ellos vencer esas tentaciones.
Quien nos ayudará a velar por nuestros hijos es Jesucristo, el Señor viviente. Invitémoslo a vivir en nuestro corazón, de modo que forme parte de nuestra vida y de nuestro hogar.
martes, 23 de febrero de 2010
miércoles, 17 de febrero de 2010
¿ ERES ETICO CUANDO BESAS ?
EL CORAZÓN Y LOS BESOS
Para Billy Larson fue un beso placentero, delicioso, fantástico. Era un beso comprado, eso sí, un beso obtenido de una mujer de la calle. Pero para el incauto joven, era hasta ese momento el mejor beso de su vida.
En cambio, para Margarita Santos, la muchacha que se lo vendía, ese beso era otra cosa, ya que junto con el beso le pasó al joven una diminuta cápsula llena de un poderoso narcótico. Cuando Billy quedó profundamente dormido, Margarita lo despojó de todo su dinero. Era el truco que usaba para atrapar a sus víctimas.
Por lo general el beso es una expresión de amor. Es caricia típica del género humano. Sin embargo, con todo el afecto humano, el romanticismo y el amor que se le imprima, el beso depende de las intenciones del corazón. Aunque no esté necesariamente teñido del color de un lápiz labial, no deja de estar teñido de los sentimientos del corazón.
Hay besos muy amorosos, sentimentales, ardientes, patéticos, como el beso que se deposita tiernamente en la frente de la madre moribunda. Hay besos pérfidos, como los que se dan con una falsa declaración de amor a la persona que se dice amar y sin embargo se odia.
Hay besos traicioneros y hay besos fríos; besos que se dan por obligación y besos que encubren una pasión morbosa; besos legítimos, como los que se dan a la esposa, a los hijos y a los nietos; y besos ilegítimos, prohibidos, como los que se dan a la prostituta o a la mujer ajena.
Cualquiera que sea el caso, la calidad, el color, la pasión y la esencia de los besos que damos dependen siempre de lo que guardamos en el corazón, ya que del corazón mana la vida misma, según lo afirma el sabio Salomón.1 En esa misma estrofa del libro de los Proverbios, Salomón nos da a entender que la calidad de nuestro corazón no sólo determina la calidad de nuestros besos sino también la de nuestras palabras, intenciones y acciones.2 Tal vez lo haya aprendido de la experiencia de su padre, el rey David. ¿Acaso no era Salomón el hijo que Betsabé le dio a David después que David cometió adulterio con ella?3
Cuando David se arrepintió de ese adulterio y del mortal engaño del que fue culpable, le rogó a Dios que limpiara por completo su corazón. David sabía que lo que lo alejaba de la presencia de Dios era la condición sucia de su corazón. Y sabía lo que evidentemente no sabían Billy Larson y Margarita Santos: que Dios se deleita en sanar el corazón quebrantado, perdonar el corazón arrepentido y limpiar el corazón sucio.4 Pues de haber tenido un corazón limpio como el que le da Dios a todo el que se lo pide, ni Billy hubiera caído en la trampa, ni Margarita se la hubiera tendido con un beso.
1 Pr 4:23
2 Pr 4:24‑27
3 2S 12:24
4 2S 12:13; Sal 51:10,16‑17
Para Billy Larson fue un beso placentero, delicioso, fantástico. Era un beso comprado, eso sí, un beso obtenido de una mujer de la calle. Pero para el incauto joven, era hasta ese momento el mejor beso de su vida.
En cambio, para Margarita Santos, la muchacha que se lo vendía, ese beso era otra cosa, ya que junto con el beso le pasó al joven una diminuta cápsula llena de un poderoso narcótico. Cuando Billy quedó profundamente dormido, Margarita lo despojó de todo su dinero. Era el truco que usaba para atrapar a sus víctimas.
Por lo general el beso es una expresión de amor. Es caricia típica del género humano. Sin embargo, con todo el afecto humano, el romanticismo y el amor que se le imprima, el beso depende de las intenciones del corazón. Aunque no esté necesariamente teñido del color de un lápiz labial, no deja de estar teñido de los sentimientos del corazón.
Hay besos muy amorosos, sentimentales, ardientes, patéticos, como el beso que se deposita tiernamente en la frente de la madre moribunda. Hay besos pérfidos, como los que se dan con una falsa declaración de amor a la persona que se dice amar y sin embargo se odia.
Hay besos traicioneros y hay besos fríos; besos que se dan por obligación y besos que encubren una pasión morbosa; besos legítimos, como los que se dan a la esposa, a los hijos y a los nietos; y besos ilegítimos, prohibidos, como los que se dan a la prostituta o a la mujer ajena.
Cualquiera que sea el caso, la calidad, el color, la pasión y la esencia de los besos que damos dependen siempre de lo que guardamos en el corazón, ya que del corazón mana la vida misma, según lo afirma el sabio Salomón.1 En esa misma estrofa del libro de los Proverbios, Salomón nos da a entender que la calidad de nuestro corazón no sólo determina la calidad de nuestros besos sino también la de nuestras palabras, intenciones y acciones.2 Tal vez lo haya aprendido de la experiencia de su padre, el rey David. ¿Acaso no era Salomón el hijo que Betsabé le dio a David después que David cometió adulterio con ella?3
Cuando David se arrepintió de ese adulterio y del mortal engaño del que fue culpable, le rogó a Dios que limpiara por completo su corazón. David sabía que lo que lo alejaba de la presencia de Dios era la condición sucia de su corazón. Y sabía lo que evidentemente no sabían Billy Larson y Margarita Santos: que Dios se deleita en sanar el corazón quebrantado, perdonar el corazón arrepentido y limpiar el corazón sucio.4 Pues de haber tenido un corazón limpio como el que le da Dios a todo el que se lo pide, ni Billy hubiera caído en la trampa, ni Margarita se la hubiera tendido con un beso.
1 Pr 4:23
2 Pr 4:24‑27
3 2S 12:24
4 2S 12:13; Sal 51:10,16‑17
martes, 9 de febrero de 2010
BIBLIOGRAFÍA
Bruscia, KE. Defining Music Therapy, NH: Barcelona Publishers, 1998
Campaña, eduardo y Muñoz, mirtha, 2003; Varón y Mujer Los creó ; CLAI, 2003, San José, Costa Ric a.
De Angulo José Miguel y Lozada, Luz Estella,1992, Autoestima y dignidad , MAP Bolivia,
Eric, Juan;(1997), Sobre Autoestima, Universidad Autónoma de México.
Freud, Sigmund,1914, Introducción al Narcisismo, Editorial Alianza, Madrid, España
F.I.S., Factores de riesgo, protección y resiliencia, 1997, Fundación de Investigaciones Sociales, México.
Gaja Jaumeandreu, Raimon, 2004, Bienestar, Autoestima y Felicidad , Editorial Norma, Colombia
Garma, A. y Elexpuru I, 1999, El autoconcepto en el aula : Recursos para el profesorado. Barcelona: Edebé.España
Musicoteraía - http://www.musicoterapia.com.mx/que_es.html
Polaina, Aquilino, http://www.fluvium.org/textos/documentacion/fam200.htm
Voli Ferrari, Franco, 1996, Autoestima Para Padres , Editorial San Pablo, España.
Campaña, eduardo y Muñoz, mirtha, 2003; Varón y Mujer Los creó ; CLAI, 2003, San José, Costa Ric a.
De Angulo José Miguel y Lozada, Luz Estella,1992, Autoestima y dignidad , MAP Bolivia,
Eric, Juan;(1997), Sobre Autoestima, Universidad Autónoma de México.
Freud, Sigmund,1914, Introducción al Narcisismo, Editorial Alianza, Madrid, España
F.I.S., Factores de riesgo, protección y resiliencia, 1997, Fundación de Investigaciones Sociales, México.
Gaja Jaumeandreu, Raimon, 2004, Bienestar, Autoestima y Felicidad , Editorial Norma, Colombia
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Polaina, Aquilino, http://www.fluvium.org/textos/documentacion/fam200.htm
Voli Ferrari, Franco, 1996, Autoestima Para Padres , Editorial San Pablo, España.
Leccion 39 Consideraciones sobre la Autoestima
13. Reflexiones de la Autoestima
• La autoestima y sus manifestaciones son individuales y personalizadas.
• Tener una autoestima saludable, no es cuestión de edad ni de experiencia.
• Cada persona con su historia de vida construye las estructuras de su autoestima que, ciertamente, es susceptible de cambio en cualquier momento de la vida.
• La autoestima no es el éxito, está limitada por factores internos de circunstancia e historia de vida, y también por factores externos y sociales.
• No implica únicamente autoayuda, reafirmación externa de apariencia y eficiencia ni nuevas metas que son, algunas veces, sinónimo de nuevas exigencias.
• Las personas con problemas de abuso de alcohol suelen tener una autoestima baja.
• Quien se siente bien consigo mismo tiene mayores probabilidades de no consumir alcohol en exceso: no necesita recurrir a él para reafirmarse a sí mismo, explora nuevas experiencias, se comunica con asertividad, logrando integrase al grupo, se pone metas realistas, a corto, mediano y largo plazo. Una de las metas de la autoestima es la autorrealización.
• Frente a constantes cambios y avances, tanto tecnológicos como científicos, el ser humano requiere un mayor número de recursos fisiológicos, psicológicos, sociales y de educación formal. La autoestima se considera un recurso psicológico que contribuye a preservar el propio bienestar biológico, psicológico y social.
• La autoestima es una herramienta importante para que los adolescentes tomen decisiones que coadyuven a su salud integral.
• La autoestima incorpora la confianza en la propia valía, permite no subordinar sistemáticamente la voluntad individual a la del grupo.
• Algunos de los componentes de la autoestima son: el autoconcepto, la eficiencia personal, el respeto por uno mismo y por supuesto, el amor.
• El autoconcepto no sólo incluye el conocimiento de los que se es, sino también de lo que se quiere ser y de lo que se debe ser.
• El respeto se expresa en una actitud positiva y reafirmativa ante las necesidades, derechos, sentimientos y deseos propios.
• En la adolescencia, el joven continúa la construcción y definición de su identidad; es decir, del autoconcepto.
• La autoestima y sus manifestaciones son individuales y personalizadas.
• Tener una autoestima saludable, no es cuestión de edad ni de experiencia.
• Cada persona con su historia de vida construye las estructuras de su autoestima que, ciertamente, es susceptible de cambio en cualquier momento de la vida.
• La autoestima no es el éxito, está limitada por factores internos de circunstancia e historia de vida, y también por factores externos y sociales.
• No implica únicamente autoayuda, reafirmación externa de apariencia y eficiencia ni nuevas metas que son, algunas veces, sinónimo de nuevas exigencias.
• Las personas con problemas de abuso de alcohol suelen tener una autoestima baja.
• Quien se siente bien consigo mismo tiene mayores probabilidades de no consumir alcohol en exceso: no necesita recurrir a él para reafirmarse a sí mismo, explora nuevas experiencias, se comunica con asertividad, logrando integrase al grupo, se pone metas realistas, a corto, mediano y largo plazo. Una de las metas de la autoestima es la autorrealización.
• Frente a constantes cambios y avances, tanto tecnológicos como científicos, el ser humano requiere un mayor número de recursos fisiológicos, psicológicos, sociales y de educación formal. La autoestima se considera un recurso psicológico que contribuye a preservar el propio bienestar biológico, psicológico y social.
• La autoestima es una herramienta importante para que los adolescentes tomen decisiones que coadyuven a su salud integral.
• La autoestima incorpora la confianza en la propia valía, permite no subordinar sistemáticamente la voluntad individual a la del grupo.
• Algunos de los componentes de la autoestima son: el autoconcepto, la eficiencia personal, el respeto por uno mismo y por supuesto, el amor.
• El autoconcepto no sólo incluye el conocimiento de los que se es, sino también de lo que se quiere ser y de lo que se debe ser.
• El respeto se expresa en una actitud positiva y reafirmativa ante las necesidades, derechos, sentimientos y deseos propios.
• En la adolescencia, el joven continúa la construcción y definición de su identidad; es decir, del autoconcepto.
Leccion 38 Musicoterapia
12. Musicoterapia
La musicoterapia es el uso de la música para mejorar el funcionamiento físico, psicológico, intelectual o social de personas que tienen problemas de salud o educativos. Una descripción más detallada se puede encontrar en Musicoterapia.com
La musicoterapia puede ser definida como "...un proceso de intervención sistemática, en el cual el terapeuta ayuda al paciente a obtener la salud a través de experiencias musicales y de las relaciones que se desarrollan a través de ellas como las fuerzas dinámicas para el cambio". (Bruscia, 1998)
La musicoterapia se usa con niños, con adultos y personas de la tercera edad con diferentes problemas físicos, emocionales, intelectuales o sociales
También se emplea con personas que no están enfermas o que no tienen algún problema para mejorar el bienestar personal, para desarrollar la creatividad, mejorar el aprendizaje para mejorar las relaciones interpersonales y para el manejo del estrés.
En los niños se usa para mejorar la autoestima, la atención y concentración, la coordinación el aprendizaje y la socialización entre otras.
Actualmente existe un gran número de investigaciones científicas que apoyan el empleo de la musicoterapia con diferentes tipos de personas.
La musicoterapia ayuda a
A niños con:
* Dificultades en el aprendizaje
* Problemas de conducta
* Trastornos profundos en el desarrollo ( autistas)
* Niños con deficiencia mental
* Con dificultades en la socialización
* Con baja autoestima
* Con trastornos médicos crónicos y/o degenerativos (cáncer, cardiopatías, problemas de dolor, etc.)
A personas con :
* Enfermedades degenerativas debido a la edad (Alzheimer entre otras)
* Problemas de farmacodependencia y abuso de sustancias
* Daño cerebral debido a enfermedades o traumatismos
* Incapacidades físicas debidos a enfermedades degenerativas o a accidentes
* Problemas de dolor agudo o crónico debido a diversas condiciones (secuelas de accidentes, cáncer, etc.).
* Personas con enfermedades terminales.
A personas que no tienen problemas de salud pero que les permite emplear la música para:
* Reducir el estrés a través de hacer y escuchar música
* Como apoyo en el proceso del parto en las mujeres
* Aumentar la creatividad y la capacidad de resolver problemas
* Para disminuir la ansiedad
* Para mejorar la autoestima
* Para manejar el estrés
La musicoterapia le permite a las personas:
* Explorar sus sentimientos
* Hacer cambios positivos en su estado de ánimo y en su estado emocional
* Desarrollar un sentido de control de sus vidas a través de experiencias de éxito
* Aprender o poner en práctica habilidades para resolver problemas y conflictos
* Mejorar las habilidades de socialización.
La musicoterapia es el uso de la música para mejorar el funcionamiento físico, psicológico, intelectual o social de personas que tienen problemas de salud o educativos. Una descripción más detallada se puede encontrar en Musicoterapia.com
La musicoterapia puede ser definida como "...un proceso de intervención sistemática, en el cual el terapeuta ayuda al paciente a obtener la salud a través de experiencias musicales y de las relaciones que se desarrollan a través de ellas como las fuerzas dinámicas para el cambio". (Bruscia, 1998)
La musicoterapia se usa con niños, con adultos y personas de la tercera edad con diferentes problemas físicos, emocionales, intelectuales o sociales
También se emplea con personas que no están enfermas o que no tienen algún problema para mejorar el bienestar personal, para desarrollar la creatividad, mejorar el aprendizaje para mejorar las relaciones interpersonales y para el manejo del estrés.
En los niños se usa para mejorar la autoestima, la atención y concentración, la coordinación el aprendizaje y la socialización entre otras.
Actualmente existe un gran número de investigaciones científicas que apoyan el empleo de la musicoterapia con diferentes tipos de personas.
La musicoterapia ayuda a
A niños con:
* Dificultades en el aprendizaje
* Problemas de conducta
* Trastornos profundos en el desarrollo ( autistas)
* Niños con deficiencia mental
* Con dificultades en la socialización
* Con baja autoestima
* Con trastornos médicos crónicos y/o degenerativos (cáncer, cardiopatías, problemas de dolor, etc.)
A personas con :
* Enfermedades degenerativas debido a la edad (Alzheimer entre otras)
* Problemas de farmacodependencia y abuso de sustancias
* Daño cerebral debido a enfermedades o traumatismos
* Incapacidades físicas debidos a enfermedades degenerativas o a accidentes
* Problemas de dolor agudo o crónico debido a diversas condiciones (secuelas de accidentes, cáncer, etc.).
* Personas con enfermedades terminales.
A personas que no tienen problemas de salud pero que les permite emplear la música para:
* Reducir el estrés a través de hacer y escuchar música
* Como apoyo en el proceso del parto en las mujeres
* Aumentar la creatividad y la capacidad de resolver problemas
* Para disminuir la ansiedad
* Para mejorar la autoestima
* Para manejar el estrés
La musicoterapia le permite a las personas:
* Explorar sus sentimientos
* Hacer cambios positivos en su estado de ánimo y en su estado emocional
* Desarrollar un sentido de control de sus vidas a través de experiencias de éxito
* Aprender o poner en práctica habilidades para resolver problemas y conflictos
* Mejorar las habilidades de socialización.
Leccion 37 Cómo mejorar la Autoestima
11. CÓMO MEJORAR LA AUTOESTIMA
Es necesario conocer cómo funcionamos, es decir, cuáles son nuestras fortalezas y aspectos positivos y cuáles son nuestras limitaciones. A partir de esta valoración, decidiremos qué aspectos deseamos mejorar y cuáles reforzaremos. El plan de acción para cambiar determinadas características debe ser realista y alcanzable en el tiempo (por ejemplo, la edad que tenemos es inamovible, la altura es otro factor poco variable a determinadas edades, etc.). Es decir, tenemos características que tendremos que aceptar y con las que convivir, intentando sacar partido y ver su aspecto positivo.
Veamos algunas claves para mejorar la autoestima:
1.No idealizar a los demás.
2.Evaluar las cualidades y defectos.
3.Cambiar lo que no guste.
4.Controlar los pensamientos.
5.No buscar obsesivamente la aprobación de los demás.
6.Tomar las riendas de la propia vida.
7. Afrontar los problemas sin demora.
8.Aprender de los errores.
9.Practicar nuevos comportamientos.
10.No exigirse demasiado.
11.Darse permisos.
12.Aceptar el propio cuerpo.
13.Cuidar la salud.
14.Disfrutar del presente.
15.Ser independientes.
Es necesario conocer cómo funcionamos, es decir, cuáles son nuestras fortalezas y aspectos positivos y cuáles son nuestras limitaciones. A partir de esta valoración, decidiremos qué aspectos deseamos mejorar y cuáles reforzaremos. El plan de acción para cambiar determinadas características debe ser realista y alcanzable en el tiempo (por ejemplo, la edad que tenemos es inamovible, la altura es otro factor poco variable a determinadas edades, etc.). Es decir, tenemos características que tendremos que aceptar y con las que convivir, intentando sacar partido y ver su aspecto positivo.
Veamos algunas claves para mejorar la autoestima:
1.No idealizar a los demás.
2.Evaluar las cualidades y defectos.
3.Cambiar lo que no guste.
4.Controlar los pensamientos.
5.No buscar obsesivamente la aprobación de los demás.
6.Tomar las riendas de la propia vida.
7. Afrontar los problemas sin demora.
8.Aprender de los errores.
9.Practicar nuevos comportamientos.
10.No exigirse demasiado.
11.Darse permisos.
12.Aceptar el propio cuerpo.
13.Cuidar la salud.
14.Disfrutar del presente.
15.Ser independientes.
Leccion 36 Cómo mejorar la Autoestima en la Familia
10. Los 10 principios para mejorar la autoestima en la familia. Según el Dr. Aquilino Polaina
10.1. Disponibilidad
Consiste en dedicar tiempo (¡que es lo que menos tenemos!) a atender a nuestros hijos y esposo/a. Con los adolescentes, por ejemplo, no vale lo de “este tema ya lo hablaremos el sábado con tranquilidad, cariño”. Para el sábado, tu hija de 13 años ya se ha emborrachado con una amiga y van a hacer lo que se les ocurra, porque el padre estaba deslocalizado, como las empresas. Hay que estar disponible, porque hay problemas que sólo se arreglan en el momento en que el otro se anima a plantearlo y pide ser escuchado. Recordemos que nuestros padres, al morir, sólo nos dejan realmente el tiempo que pasaron con nosotros. Demos tiempo al otro.
10.2 Comunicación padres-hijos: que los padres hablen menos y escuchen más
En muchas familias, cuando un padre o madre dice “hijo, tenemos que hablar”, el niño piensa “uy, malo, malo”. ¿Por qué? Porque sabe que los padres cuando dicen “tenemos que hablar” quieren decir “te voy a soltar un discurso por algo tuyo que no me ha gustado”. Esto cambiaría si los padres se hicieran un propósito: dedicar el 75% a escuchar y sólo el 25% a hablar. Escuchar a los hijos (o al cónyuge, a cualquiera) es un esfuerzo activo. Hay que soltar el diario, quitar el volumen de la TV, girar la cabeza hacia quien te habla, mirar a los ojos, expresar atención. Eso es escucha activa, que es la que sirve para mejorar la autoestima de tu familia.
10.3 Coherencia en los padres y autoexigencia en los hijos
Uno es coherente cuando lo que piensa, siente, dice y hace es una sola y misma cosa. No tiene sentido decirle a los niños desde el sofá: “eh, vosotros, ayudad a mamá a quitar la mesa”. Hay que dar ejemplo primero. Tú, padre, has de quitar la mesa durante 5 días, que te vean. El quinto día dices a tu hijo: “venga, ahora entre los dos”. Y dos días después: “estoy orgulloso de ti, ahora ya has aprendido y ya puedes quitar la mesa tú sólo”. Y él se sentirá orgulloso de quitar la mesa. Así aprenden a autoexigirse, que es mucho mejor que tenerlos vigilados 24 horas al día. Esto es un progenitor potenciador, motivador, animador y protector al mismo tiempo. También pedimos a los niños que estudien pero ¿nos ven a nosotros estudiar, leer revistas de nuestro oficio, ponernos al día en nuestra especialidad? Hemos de poder decir: “mirad, hijos, nosotros también estudiamos”.
10.4. Tener iniciativa, inquietudes y buen humor, especialmente con el cónyuge
Estos tres factores son útiles para la autoestima familiar. En España el buen humor no suele escasear. Pero la rutina es un enemigo en las relaciones conyugales y con los hijos. El punto clave es que haya creatividad e iniciativa en la vida de pareja y eso se contagiará a toda la familia. Las mejores horas deben ser para compartir con el esposo o esposa. Ser papá o mamá no debe hacernos olvidar que somos “tú y yo, cariño, nosotros”. Creatividad e iniciativa protegen a la pareja de la rutina. Cuando hay rutina, es fácil que uno de los dos busque la “magia” añorada fuera, en otras relaciones. Por el contrario, si la pareja va bien, los hijos aprenden su “educación sentimental” simplemente viendo cómo se tratan papá y mamá, viendo que se admiran, se halagan, se alaban, son cómplices. “Cuando sea mayor trataré a mi mujer como papá a mamá”, piensan los niños entusiasmados. Eso les da autoestima.
10.5 Aceptar nuestras limitaciones, y las de los nuestros
Hay que conocer y aceptar tus limitaciones, las de tu cónyuge, las de tus hijos. Pero es importantísimo no criticar al otro ante la familia, no criticar a tu cónyuge ante los niños, o a un niño ante los hermanos, comparando a un hermano “bueno” con uno “malo”. Eso hace sufrir al hijo y le quita autoestima. Es mejor llevarlo aparte y hablar.
10.6 Reconocer y reafirmar lo que vale la otra persona
Seamos sinceros: no tiene sentido que andemos llamando “campeón” a nuestro niño que nunca ha ganado nada. Si ha perdido un partido de fútbol, no le llames campeón. Ha de aprender a tolerar la frustración, acompañado, eso sí. También hemos de saber (grandes y pequeños) que somos buenos en unas cosas y no en otras. “Hijo, pareces bueno en A y en B, pero creo que C no es lo tuyo”. Reafirmemos al otro en lo que vale, y se verá a sí mismo como lo que es, una persona valiosa.
10.7 Estimular la autonomía personal
Uno se hace bueno a medida que va haciendo cosas buenas. Es importante que lo entiendan los hijos. Lo que se hace es importante: hacer cosas buenas nos hacer buenos a nosotros. Esta idea ayuda a tener autonomía personal, hacer las cosas por nosotros mismos, para mejorar nosotros.
10.8 Diseñar un proyecto personal
No irás muy lejos si no sabes donde quieres ir. Quedarte quieto no es factible, uno tiende a volver a quedarse atrás. Has de tener un proyecto personal para crecer, y atender y ayudar a discernir y potenciar los proyectos de los tuyos.
10.9 Tener un nivel de aspiraciones alto, pero realista
Hemos de jugar entre lo posible y lo deseable. Si aspiramos alto, nos valoraremos bien, tendremos autoestima. Pero, ¿es factible? Debemos conjugar un alto nivel de aspiraciones con la realidad de nuestras capacidades y recursos.
10.10 Elijamos buenos amigos y amigas
El individualismo es el cáncer del s.XXI. Nosotros y nuestros hijos estamos atados a máquinas gratificantes: el DVD, la TV, la videoconsola, Internet... El trabajo en solitario va minando la amistad verdadera. ¡Los amigos comprometen mucho y al individualista no le gustan los compromisos!
Sin embargo, necesitamos más que nunca amigos humanos, personas, grandes y buenos amigos, con los que compartir muchas horas, conversaciones sinceras y cercanas, amistades de verdad, que te apoyen y te conozcan auténticamente, que te acepten con tus fallos y potencien lo mejor en ti. Seleccionar amigos así para ti y para los tuyos es la mejor inversión.
Una familia que trata de seguir estos principio contribuye a mejorar la estima en sus hijos y la autoestima en ellos mismos. Hay finalmente tres ideas más a considerar:
* Según Chesterton, lo natural tiende a lo sobrenatural mientras que lo que no se sobrenaturaliza se desnaturaliza. Es cierto. Hemos de entender que la autoestima, el amar y el amarse, es sobrenatural. ¿Has pensado en cómo te ama Dios, en lo grande, lo sobrenatural de Su amor por ti? Piénsalo. Eres muy especial para Él. Cuando vivas este amor, comunícalo a tus hijos.
* Buena parte del sufrimiento inútil en el mundo se produce porque en algunas ocasiones en las que deberíamos dedicarnos a pensar, nos ponemos a sentir; y en ocasiones que son para sentir, nos ponemos a pensar. Evitemos este sufrimiento inútil: hay momentos para pensar y momentos para sentir.
Si luchas, puedes perder, pero si no luchas ya estás perdido. Si luchas por tu vida familiar, no estás perdido.
10.1. Disponibilidad
Consiste en dedicar tiempo (¡que es lo que menos tenemos!) a atender a nuestros hijos y esposo/a. Con los adolescentes, por ejemplo, no vale lo de “este tema ya lo hablaremos el sábado con tranquilidad, cariño”. Para el sábado, tu hija de 13 años ya se ha emborrachado con una amiga y van a hacer lo que se les ocurra, porque el padre estaba deslocalizado, como las empresas. Hay que estar disponible, porque hay problemas que sólo se arreglan en el momento en que el otro se anima a plantearlo y pide ser escuchado. Recordemos que nuestros padres, al morir, sólo nos dejan realmente el tiempo que pasaron con nosotros. Demos tiempo al otro.
10.2 Comunicación padres-hijos: que los padres hablen menos y escuchen más
En muchas familias, cuando un padre o madre dice “hijo, tenemos que hablar”, el niño piensa “uy, malo, malo”. ¿Por qué? Porque sabe que los padres cuando dicen “tenemos que hablar” quieren decir “te voy a soltar un discurso por algo tuyo que no me ha gustado”. Esto cambiaría si los padres se hicieran un propósito: dedicar el 75% a escuchar y sólo el 25% a hablar. Escuchar a los hijos (o al cónyuge, a cualquiera) es un esfuerzo activo. Hay que soltar el diario, quitar el volumen de la TV, girar la cabeza hacia quien te habla, mirar a los ojos, expresar atención. Eso es escucha activa, que es la que sirve para mejorar la autoestima de tu familia.
10.3 Coherencia en los padres y autoexigencia en los hijos
Uno es coherente cuando lo que piensa, siente, dice y hace es una sola y misma cosa. No tiene sentido decirle a los niños desde el sofá: “eh, vosotros, ayudad a mamá a quitar la mesa”. Hay que dar ejemplo primero. Tú, padre, has de quitar la mesa durante 5 días, que te vean. El quinto día dices a tu hijo: “venga, ahora entre los dos”. Y dos días después: “estoy orgulloso de ti, ahora ya has aprendido y ya puedes quitar la mesa tú sólo”. Y él se sentirá orgulloso de quitar la mesa. Así aprenden a autoexigirse, que es mucho mejor que tenerlos vigilados 24 horas al día. Esto es un progenitor potenciador, motivador, animador y protector al mismo tiempo. También pedimos a los niños que estudien pero ¿nos ven a nosotros estudiar, leer revistas de nuestro oficio, ponernos al día en nuestra especialidad? Hemos de poder decir: “mirad, hijos, nosotros también estudiamos”.
10.4. Tener iniciativa, inquietudes y buen humor, especialmente con el cónyuge
Estos tres factores son útiles para la autoestima familiar. En España el buen humor no suele escasear. Pero la rutina es un enemigo en las relaciones conyugales y con los hijos. El punto clave es que haya creatividad e iniciativa en la vida de pareja y eso se contagiará a toda la familia. Las mejores horas deben ser para compartir con el esposo o esposa. Ser papá o mamá no debe hacernos olvidar que somos “tú y yo, cariño, nosotros”. Creatividad e iniciativa protegen a la pareja de la rutina. Cuando hay rutina, es fácil que uno de los dos busque la “magia” añorada fuera, en otras relaciones. Por el contrario, si la pareja va bien, los hijos aprenden su “educación sentimental” simplemente viendo cómo se tratan papá y mamá, viendo que se admiran, se halagan, se alaban, son cómplices. “Cuando sea mayor trataré a mi mujer como papá a mamá”, piensan los niños entusiasmados. Eso les da autoestima.
10.5 Aceptar nuestras limitaciones, y las de los nuestros
Hay que conocer y aceptar tus limitaciones, las de tu cónyuge, las de tus hijos. Pero es importantísimo no criticar al otro ante la familia, no criticar a tu cónyuge ante los niños, o a un niño ante los hermanos, comparando a un hermano “bueno” con uno “malo”. Eso hace sufrir al hijo y le quita autoestima. Es mejor llevarlo aparte y hablar.
10.6 Reconocer y reafirmar lo que vale la otra persona
Seamos sinceros: no tiene sentido que andemos llamando “campeón” a nuestro niño que nunca ha ganado nada. Si ha perdido un partido de fútbol, no le llames campeón. Ha de aprender a tolerar la frustración, acompañado, eso sí. También hemos de saber (grandes y pequeños) que somos buenos en unas cosas y no en otras. “Hijo, pareces bueno en A y en B, pero creo que C no es lo tuyo”. Reafirmemos al otro en lo que vale, y se verá a sí mismo como lo que es, una persona valiosa.
10.7 Estimular la autonomía personal
Uno se hace bueno a medida que va haciendo cosas buenas. Es importante que lo entiendan los hijos. Lo que se hace es importante: hacer cosas buenas nos hacer buenos a nosotros. Esta idea ayuda a tener autonomía personal, hacer las cosas por nosotros mismos, para mejorar nosotros.
10.8 Diseñar un proyecto personal
No irás muy lejos si no sabes donde quieres ir. Quedarte quieto no es factible, uno tiende a volver a quedarse atrás. Has de tener un proyecto personal para crecer, y atender y ayudar a discernir y potenciar los proyectos de los tuyos.
10.9 Tener un nivel de aspiraciones alto, pero realista
Hemos de jugar entre lo posible y lo deseable. Si aspiramos alto, nos valoraremos bien, tendremos autoestima. Pero, ¿es factible? Debemos conjugar un alto nivel de aspiraciones con la realidad de nuestras capacidades y recursos.
10.10 Elijamos buenos amigos y amigas
El individualismo es el cáncer del s.XXI. Nosotros y nuestros hijos estamos atados a máquinas gratificantes: el DVD, la TV, la videoconsola, Internet... El trabajo en solitario va minando la amistad verdadera. ¡Los amigos comprometen mucho y al individualista no le gustan los compromisos!
Sin embargo, necesitamos más que nunca amigos humanos, personas, grandes y buenos amigos, con los que compartir muchas horas, conversaciones sinceras y cercanas, amistades de verdad, que te apoyen y te conozcan auténticamente, que te acepten con tus fallos y potencien lo mejor en ti. Seleccionar amigos así para ti y para los tuyos es la mejor inversión.
Una familia que trata de seguir estos principio contribuye a mejorar la estima en sus hijos y la autoestima en ellos mismos. Hay finalmente tres ideas más a considerar:
* Según Chesterton, lo natural tiende a lo sobrenatural mientras que lo que no se sobrenaturaliza se desnaturaliza. Es cierto. Hemos de entender que la autoestima, el amar y el amarse, es sobrenatural. ¿Has pensado en cómo te ama Dios, en lo grande, lo sobrenatural de Su amor por ti? Piénsalo. Eres muy especial para Él. Cuando vivas este amor, comunícalo a tus hijos.
* Buena parte del sufrimiento inútil en el mundo se produce porque en algunas ocasiones en las que deberíamos dedicarnos a pensar, nos ponemos a sentir; y en ocasiones que son para sentir, nos ponemos a pensar. Evitemos este sufrimiento inútil: hay momentos para pensar y momentos para sentir.
Si luchas, puedes perder, pero si no luchas ya estás perdido. Si luchas por tu vida familiar, no estás perdido.
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